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Vacaciones en Peñafiel


Estuve de vacaciones en Peñafiel , provincia de Valladolid.



Nos alojamos en un bungalow en el camping Riberduero, al ladito del pueblo, pero rodeados de naturaleza. Abundan las ardillas ya que algunas se acercaban a la orilla de la piscina para beber, porque calor.... hacía calor (hemos llegado a estar a 40º), pero no agobiaba como en Barcelona. De hecho por las noches corría fresquito y se dormía bien.

Los bungalows al ladito de la piscina. El nuestro era el que se ve a la derecha de la foto.

Del camping os puedo decir solo maravillas, porque los dueños son un matrimonio encantador y amable. Lo tienen todo muy limpio y el recinto es acogedor y con todo lo necesario para pasar unos días de vacaciones en familia tranquilos y relajados. Hemos estado de fábula!! Piscina, lectura, descanso, no hacer nada.....

Piscinas de agua fresca y limpia. Perfectas. El edificio de la izquierda era el Bar-Restaurante. 

De Peñafiel os puedo decir que es un pueblo precioso. Con el encanto de los pueblos de verdad, presidido por un Castillo declarado Monumento Nacional que data de la Edad Media.

La plaza del Coso declarada Bien de Interés Cultural en 1999. Se creó en la Edad Media para festejos taurinos, y continúa    siendo así. Es absolutamente ASOMBROSA!! Imaginaos, el día que llegamos al pueblo era el último día de festejos (Fiestas de Ntra. Sra. y San Roque), todas las balconadas que rodean el coso, plagadas de gente a mas no poder, un espectáculo increíble. Por unos instantes, habíamos hecho un viaje al pasado.  Se suelta un  toro  dentro de la plaza y otro por fuera, uy!!! Estas fiestas están consideradas de Interés Turístico Nacional.





Aquí vivía y dormía la servidumbre. Les dejaban construir chozas. Se ven todavía las marcas alineadas de los troncos que cruzaban los muros y que servían de techumbre y que luego cubrian para refugiarse de la lluvia, el sol, etc. Al fondo se ve una puerta enrejada. Allí caía el agua de la lluvia y servía para beber y cocinar. Se trata de una fuente natural y que conservaba el agua limpia y fresca. En la parte opuesta, el mismo sistema pero para mantener la comida (como si de una nevera se tratara ). 


En una zona del Castillo encontramos el Museo del Vino. Moderno, excpecional. Me llamó la atención ésto:

Botellas de vino personalizados. Figuraban nombres tan conocidos como Matías Prats, Vicente del Bosque, Terelu Campos, y muchos mas.


Sólo hemos estado una semana, pero nos ha cundido.

Fuimos a comer lechazo al Restaurante "El lagar de San Vicente" : Extraordinario tanto en servicio como en la comilona que nos dimos DOS VECES, porque repetimos antes de regresar a Barcelona, y rodando, nunca mejor dicho, jejejejejeje.



Llegamos a la 1:30 del mediodía, no habíamos casi desayunado y no habíamos parado en todo el día.  No había nadie pero luego se llenó.


En la primera ocasión, pedimos unos platos de primero. La morcilla de arroz, buenísima. La acompañamos con espárragos revueltos con ajetes. Tierno y sabroso. También pedimos un plato de calamares y unos choricitos de olla, esas fotos no se donde las he puesto ...



Mientras preparaba la cámara, desapareció medio plato de espárragos. Misterio.

Después llegó el lechazo, asado en horno de piedra y en fuentes de barro. Su único condimento, un poco de sal. Del resto de sabores se encarga el propio lechazo, que está que se rompe solo. Tiernisimo, con su piel crujiente y sabrosa, mmmmmm, que ricooooo!!!!












Mi hija se pidió de postre, arroz con leche, yo tarta de queso, y mi hijo un heladito. Mi marido no suele tomar postre, pero en ésta ocasión se marcó una tarta de hojaldre con crema irresistible.



Todo estaba divino.

El día que repetimos no pedimos platos entrantes, y nos fuimos directamente a dos cuartos de lechazo con patatas y ensalada. Buuuuuufffff, que ricoooo!!!

Tienen una pequeña  bodega propia que visitamos.


Y otro día visitamos la fábrica de queso Flor de Esgueva. Alucinanteeeeee!!!!!

Al llegar nos enseñaron éste vídeo que he podido conseguir por youtube. El vídeo explica claramente la producción del queso. Y os puedo asegurar una cosa. ES UN QUESO AUTÉNTICO. Y ahora que estáis relajaditos con vuestro ordenador, pinchad el vídeo que vale la pena verlo porque además es precioso.

Utilizan leche de oveja cruda 100% GARANTIZADO!

Vimos todo el proceso, y es prácticamente manual. El volteo de los quesos, el cepillado, el cubrirlos con una capa de aceite de oliva, el controlar su fermentación... todo es manual. No os imaginéis una fábrica donde el proceso es industrial, ni muchísimo menos. 





Fabrican unos 5 millones de quesos al año, comparado con otros quesos de marcas muy conocidas es una cantidad pequeña, pero el resultado es extraordinario. Utilizan leche cruda, no pasteurizada. Para cada queso de kilo utilizan aproximadamente 5 litros de leche de oveja. Imaginaos, las piezas de 3 kilos.... 

Consiguen un queso hecho como los de antes, con un sabor intenso gracias a un proceso de 8 meses de maduración. Los pastos de la zona (espliego, hierbabuena..), transforman la leche de oveja en un queso de calidad extraordinaria. Doy fe que el proceso es manual no industrial, repito. 

Al final de la visita, Samuel (Jefe de Producción de Flor de Esgueva), nos llevó a una pequeña bodega donde hacen la cata de quesos para los visitantes, nos ofreció un plato de queso curado regado con un vino de la comarca,  Protos. Una delicia.



Tuvo la deferencia de regalarnos 4 cuñas de queso curado, y un abridor de vino con el nombre de Flor de Esgueva grabado.  

Tanto mi familia como yo, salimos con un buen sabor de boca (Y nunca mejor dicho, jajajaja). La visita fue perfecta!!. Gracias Samuel, nos encantó tu profesionalidad y amabilidad.

En definitiva, hemos vuelto super satisfechos con estas mini-vacaciones. Lo hemos pasado  fenomenal!!!

Se acabaron las vacaciones, mañana a trabajar. y prontito los niños al cole.



El río Duratón a su paso por Peñafiel.



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