He ido muchas veces a restaurantes italianos tanto aquí como en Italia y a la hora de pedir postre siempre me iba a por el tiramisú y dejaba de lado los demás postres entre ellos la panna cotta. Ni siquiera lo probaba de alguién que lo pidiera...simplemente no me llamaba la atención.....ainssss, eso no puede ser. Pero hace relativamente poco, dando un paseo por el blog Albahaca con tomates de Valentina ví la receta y la leí con curiosidad. Precisamente me sobraban unas claras de huevo de otro postre que había hecho y les quise dar salida. Cual ha sido mi sorpresa cuando al probarlo me ha parecido un postre muy bueno...más que bueno, delicioso. No puedo compararlo con el de ningún restaurante pero la próxima que vaya lo probaré para poder hacerlo. Y ahí va la receta.
Ingredientes: 250 ml. de leche, 250 ml de nata líquida, 60 gramos de azúcar más 2 cucharadas soperas para la salsa, 60 ml de miel, 1/2 vaina de vainilla, 3 claras de huevo, 200 grs de fresas.
Preparación de la panna cotta: Se hierve la nata con la leche, el azúcar, la miel y la media vaina de vainilla. Cuando llegue a punto de ebullición se apaga y se deja enfríar una hora. Vamos precalentando el horno a 160º.
Una vez pasado este tiempo en el que la mezcla líquida se haya enfriado, se baten las claras hasta que empiecen a salir burbujitas. Se mezclan las claras con la mezcla líquida y se vierte todo en un molde o moldes individuales.
Se mete en el horno al baño María (metiendo el molde o moldes en una fuente de horno y llenandola de agua hasta llegar a un dedo del borde del molde) durante una hora y media. Se deja enfríar y a la nevera.
Preparación de la salsa de fresas: Se limpian y cortan las fresas y se ponen en un cazo con las dos cucharadas soperas de azúcar y 1/2 vaso de agua. Se deja cocer unos 10 minutos a fuego lento. Se pasan por la batidora y se dejan enfríar, luego a la nevera.
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