La remolacha se utiliza mucho en casa para platos fríos y para calientes. En este caso se trata de una crema que combina a la perfeccion con la de calabacín y añadiendo unos picatostes resulta un plato genial para este otoño...y para invierno ...y para cualquier estación del año... en verano comemos las cremas frías y también están deliciosas.
Con esta receta participo en el Concurso “Recetas sanas, ligeras y equilibradas” para celebrar el 30 Aniversario del Hospital General Universitario de Elda.
Ingredientes para la crema de remolacha: 1/2 kilo de remolachas cocidas, 1/2 kilo de tomates pelados, 1/2 cebolleta, aceite y sal.
Ingredientes para la crema de calabacín: 1/2 kilo de calabacín, 50 ml. de nata o 2 quesitos tipo "El caserío" -si lo queremos hacer un poco más "sano", aceite y sal.
Preparación de la crema de remolacha: Se quita la primera capa de piel de las remolachas, se trocean y junto a los tomates pelados y troceados se baten con thermomix o batidora eléctrica. Se añade la cebolleta muy picada, la sal y el aceite y se sigue batiendo.
Preparación de la crema de calabacín: Se pelan los calabacines dejando un poco de piel, se cortan y se cuecen en 1/2 litro de agua con sal. Una vez cocidos se baten añadiendo la nata o el queso y un chorretón de aceite.
Emplate: Una vez hechas las dos cremas se vierten en sendas jarras y a la hora de servir se van echando a la vez, desde cada jarra, a los lados del plato. Se puede adornar con unas picatostes aunque el plato no necesita mucho adorno porque en sí es espectacular.
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