Ésta es otra de las recetas que leí en una publicidad de un supermercado y me puse a hacerla sin más. Se me estropeó el ordenador y he perdido algunas fotos pero yo creo que con éstas os podéis hacer la idea de que este es un plato para hacerlo sin duda. Fácil, sin ninguna complicación y bastante rápido. En alguna foto se aprecia la salsa de queso...una delicia. Además sobró bastante y la congelé en un molde de cubitos de hielo y así tengo para otras veces o preparaciones diferentes.
Ingredientes: 4 filetes de pechuga de pollo (en mi caso 3), 100 grs de puerro, 1 cebolleta, 200 grs de espinacas frescas, 1 diente de ajo, aceite, sal y pimienta.
Para la salsa: 300 ml. de nata líquida para cocinar y 200 grs de queso gorgonzola (en mi caso, dulce).
Preparación: Se pica el puerro, la cebolleta y el ajo bien finos y se pochan hasta que esté el conjunto transparente. Se añaden las espinacas picadas y lo salteamos un par de minutos. Salamos y dejamos que se enfrie. Mientras abrimos los filetes lo más que podamos sin que se partan, salpimentamos y los colocamos sobre un trozo grande de papel film transparente. Añadimos el salteado como se ve en la foto y enrollamos atando por los extremos.
Ponemos a cocer agua con sal en una cacerola donde vayan a caber las pechugas y cuando empiece a hervir añadimos los rollos de pechuga y los dejamos cocer 5-6 minutos dependiendo de lo gruesas que sean las pechugas. Luego los sacamos y reservamos..
Se calienta en un cazo al fuego la nata líquida y el queso gorgonzola troceado y se tritura. Se quita el film transparente de las pechugas y se marcan en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que queden doradas. Se sacan y se filetean.
Se emplata colocando una base de crema de queso en el fondo del plato y encima la pechuga fileteada.
Habéis visto que no es nada complicado...la salsa es para "regar" todo lo que se puedan las pechugas y acompañada de un pan tipo francesilla, por ejemplo.
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